El subrayado es una estrategia de estudio que consiste en marcar los textos con un bolígrafo o un lápiz para resaltar las palabras y los conceptos clave del texto. Subrayar fragmentos ayuda a comprender mejor los textos y facilita el recuerdo de lo que se lee.
¿Eres de los que no puede estudiar sin tu rotulador fluorescente?
Subrayar es un método de estudio favorito de los estudiantes de todo el mundo. Es accesible y satisfactorio: ¿qué mejor que usar tus colores favoritos para ayudarte a recordar puntos importantes? Sin embargo, no saber cómo subrayar puede convertir este útil consejo en una distracción.
Es increíble la cantidad estudiantes que caen en la trampa de lo que se llama el «abuso del subrayador». Los estudiantes utilizan bolígrafos fluorescentes constántemente, a la vez que idean idean sistemas de resaltado de notas cada vez más complejos y sofisticados. A veces, aparte de conseguir unos apuntes muy decorados y obtener cierta satisfacción al colorear, ese esfuerzo se torna inútil y no está en absoluto alineado con los resultados que se esperan conseguir. ¿Por qué no funciona el subrayado para estas personas? Porque no saben cómo utilizar un subrayador de forma eficaz.
Pero, ¿cómo saber cuáles son los métodos correctos e incorrectos para subrayar?
El subrayado es un medio, no un fin en sí mismo.
Son muchos los opositores que utilizan el subrayado como herramienta de lectura. Sin embargo, a pesar de su popularidad, el subrayado no suele ser una estrategia de lectura eficaz.
Los estudiantes subrayan porque quieren centrarse en las partes importantes del texto y resaltar esas partes para estudiarlas más adelante o servir para identificar aspectos estructurales del contenido. Debe evitarse descentrarse del objetivo principal de comprender de forma crítica el contenido que se lee. Es decir, no debes gastar tu energía mental en clasificar inmediatamente el contenido en lo que es importante y lo que no lo es. Si te centras en los detalles que quieres resaltar puedes no conseguir una comprensión profunda del conjunto del texto al que te estás enfrentando.
Por otro lado, algunos estudiantes expertos subrayadores utilizan esos resaltados como el núcleo principal de su estudio, releyendo y memoriazando este contenido destacado, operativa puede contribuir a crear la ilusión de que sabemos más de lo que realmente hemos asimilado y necesitamos para conseguir la competencia esperada.
El subrayado en sí mismo no es una herramienta directa de aprendizaje activo, pero puede ayudarte a generar una autocomprensión. Subrayar no perjudica por sí mismo a la eficacia de tu estudio, siembre de que lo hagas correctamente y de cómo utilices ese contenido posteriormente.
A continuación, te proponemos una serie de aspectos para sacar el máximo partido al subrayado:
Tabla de contenidos:
Evita subrayar por pánico
No se puede subrayar de forma selectiva y eficaz hasta que no se haya leído todo.
Hasta que no hayas leído realmente ese tema o artículo no tienes forma de saber cuáles son los puntos importantes. Si te apresuras puedes acabar subrayando en exceso (llevado por el pánico) o resaltar apartados que sean poco relevantes para tu aprendizaje, causándote confusión cuando retomes ese documento en el futuro.
Tenemos pánico a subrayar porque estamos ansiosos por encontrar el significado de un texto, queremos asegurarnos de que hemos tomado nota de la información importante lo antes posible, para no olvidarla. Sin embargo, a menudo, acaba ocurriendo lo contrario.
Lee el texto una vez. Aléjate un poco y vuelve luego a él. Párate a reflexionar en lo que has leído y fija los conceptos principales antes de subrayar. Eso te ayudará a identificar los conceptos clave y a disminuir el subrayado inútil.
Limítate a resaltar una frase u oración por párrafo. Busca la frase que mejor exprese el concepto principal.
Subraya las palabras y frases clave en lugar de las oraciones completas. Al repasar estas palabras y frases, examínalas antes de seguir leyendo.
Intenta un enfoque orientado a los objetivos del material que tienes delante. Puedes hacerte estas preguntas antes de desenfundar el rotulador fluorescente:
- ¿De qué trata el texto?
- ¿Qué quieres conseguir al resaltarlo?
- ¿Qué necesitas saber para alcanzar tu objetivo?
Comprueba también que lo que has subrayado tiene sentido de forma aislada. Esto te ahorrará el trabajo extra de releerlo cuando vuelvas a él.
¿Es el subrayado una técnica de estudio eficaz?
Os cuento el método que utilizo para estudiar mis oposiciones.
Soy una persona que acostumbra a subrayar el texto con varios bolígrafos de diferentes colores. Cuanto más importante creo que es el contenido, más llamativo es el color que utilizo.
En un primer momento, sólo utilizo bolígrafos de gel para subrayar, en lugar de marcadores. En la primera lectura señalo con líneas de color oscuro, por ejemplo, azul oscuro, marrón, etc., para resaltar algún texto que considero importante. Sé que es mejor no subrayar el texto la primera vez, pero cuando leo no puedo evitar hacer algunas marcas en el documento. Uso colores oscuros para resaltar. En la segunda revisión sí que utilizo colores más brillantes para resaltar las palabras que me parecen más importantes. También uso en ese momento colores oscuros para subrayar algunos contenidos que se me escaparon antes. Cuando me familiarizo con el contenido sí que utilizo marcadores fluorescentes de colores para subrayar los contenidos que me parecen realmente importantes. Al final, mis apuntes y libros están llenos de colorines !. El proceso de subrayado me ayuda a entender la estructura de los temas, a concentrarme y a repasar lo que he leído de forma más cómoda.
Dale color a tus apuntes y crea un sistema
Si vas a subrayar tus apuntes es imprescindible que codifiques los tipos de contenidos por colores.
Algunos aspectos a tener en cuenta:
- Antes de empezar, piensa qué colores y cuántos de ellos vas a elegir.
- Pon límite al número de colores. Si utilizas demasiados puede resultarte confuso. Elige entre tres y cinco colores, máximo.
- Selecciona colores legibles. Ni muy llamativos ni demasiado pasteles.
- Elige colores muy distintos para aplicarlos a los diferentes tipos de información.
- Crea un código: elige un color o forma de subrayar para las definiciones, otro para los puntos clave, otro para los ejemplos, etc.
- Puedes reducir el número de colores resaltando de diferentes maneras utilizando el mismo color. Por ejemplo, puedes subrayar el punto principal, resaltar palabras clave o dibujar una forma alrededor de las fórmulas importantes.
Independientemente de cómo hayas configurado tu sistema, recuerda aplicarlo. La coherencia es crucial para el éxito.
El subrayado no sustituye a tus propias notas
Algunos estudiantes creen que subrayar es una opción alternativa -e igual de útil- a tomar sus propios apuntes. No es así. Escribir tus propios apuntes es una parte esencial del procesamiento y la comprensión de la información. Al redactar algo utilizando tus propias palabras estás asimilando y dando sentido a ese concepto de forma activa, aparte de memorizarlo. Subrayar es un proceso mucho más pasivo y no hace que la información se almacene en tu cerebro de la misma manera.
El subrayado puede enriquecer tu proceso de aprendizaje si:
- Lo utilizas para seleccionar apartados importantes de un texto en los que basar posteriormente tus propias notas.
- Si tienes un texto que vas a necesitar releer posteriormente y quieres recordar rápidamente sus conceptos clave.
Las anotaciones pueden ayudarle a recordar información relacionada con el texto que has resaltado. Puedes enriquecer tus destacados con anotaciones hechas en el margen de la página, junto a cada resaltado. Estas notas pueden recordarte cosas que no sean completamente obvias del texto o conexiones que quieras hacer con otras materias o contenidos. Algunos ejemplos de ejemplos de información que puedes anotar en los márgenes son palabras clave, definiciones de términos, relaciones con otros temas o aspectos sobre los que veas interesante profundizar posteriormente.
Utilizando tus propias palabras, escribe resúmenes de los conceptos clave que hayas destacado en los márgenes o en un conjunto de notas separado.
Subrayar funciona muy bien como complemento con la toma de apuntes, pero nunca lo sustituye.
¿Cuáles son los mejores colores para subrayar?
Estos son los colores de los rotuladores que deberías usar para estudiar.
Verde
Ayuda a mejorar la concentración. Este color tiene una longitud de onda baja que ayuda al cerebro a sentirse tranquilo, mejorando la eficiencia y la concentración.
Amarillo
El amarillo es un color estimulante que invita al alumno a que preste atención.
El naranja
Su color brillante levanta el ánimo al instante. Después de largas horas de estudio, el naranja puede ser el color que necesitas para levantar el ánimo y motivarte. Puede no ser tan apropiado para estudiantes enérgicos y muy jóvenes, ya que puede ser demasiado estimulante y hacer que se distraigan.
Azul
Este color impulsar la productividad. Son preferibles los tonos más claro de azul (transmiten calma).
5. Cómo subrayar documentos en formato electrónico
Documentos PDF
Si estás estudiando con documentos en formato PDF puedes aplicar subrayados a los textos utilizando las funciones de anotación de lectores de PDF gratuitos como Adobe Acrobat en su versión online.
Google Docs
Si utilizas documentos de Google Docs puedes instalar la extensión gratuita «Texthelp Study Skills» para el navegador Chrome.
Texthelp te permite resaltar áreas clave de tu documento para recopilarlas, agruparlas y aprender de ellas más tarde. Basta con seleccionar y resaltar el texto deseado y hacer clic en «Recoger resaltados» para extraerlo y colocarlo en un nuevo documento (por color o ubicación) para que los estudiantes o educadores lo revisen. Los educadores lo utilizan en el aula para ayudar a los estudiantes a identificar y agrupar aspectos clave, indicar las nuevas palabras que deben aprender o recopilar lo investigado para ayudarles a estudiar.
📣 ¿Y tú, utilizas marcadores para estudiar? ¿Tienes algún truco que quieras compartir con nuestra comunidad? Utiliza la caja de comentarios para contarnos lo que quieras.
2 comentarios en «5 consejos para usar el subrayado como técnica de estudio»