Las comunicaciones digitales no siempre se circunscriben a un ámbito comercial, sino que éstas también pueden estar enfocadas a diferentes informaciones de interés para los usuarios, desde actualizaciones de un servicio que se tenga contratado o porque sea un contenido educativo, como sucede con los opositores.
En todos los casos no sólo deben respetarse los apartados normativos relativos a la protección de datos, sino que también deben usarse programas para enviar correos masivos de la manera óptima, cumpliendo con la legislación vigente y procurando que esa información de interés, estando siempre enfocada a que los opositores consigan su plaza de funcionario, una tarea de largo recorrido que no siempre se consigue.
Las escuelas de formación de futuros funcionarios no están exentas de cumplimentar con la normativa vigente entorno al envío de comunicaciones de carácter electrónico. La Ley de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) también les afecta a la hora de emitir sus comunicados, situación más frecuente desde que muchas clases deben ofrecerse de manera virtual debido a las restricciones a consecuencia de la pandemia. Los temarios son compartidos a través de plataformas digitales y muchas dudas o trabajos deben compartirse e informarse a través del correo electrónico.
¿Cómo cumplimos con la LOPD?
Sin entrar en detalle sobre los diferentes artículos normativos, sí es de interés conocer que todas las comunicaciones, sean del carácter que sea a nivel temático, deben incorporar de manera clara el remitente de esa comunicación, para lo cual, previamente, el usuario ha debido de dar su conformidad a recibir este tipo de comunicaciones. Obviamente, a modo de consejo, éstas no deben ser masivas, puesto que se corre el serio peligro de que el usuario no lea esos mensajes. Hay que saber cómo ejecutar un plan de comunicación.
Asimismo, aparte del consentimiento dado por el usuario, toda empresa que envíe comunicaciones debe incorporar la opción de que el usuario modifique sus datos personales (aquellos que sean necesarios) e incluso la posibilidad de darse de baja de esos envíos en el momento que lo considere oportuno. Entendemos, en el caso de los opositores, que éstos pueden declinar recibir comunicados promocionales, pero sí autorizar el recibir en sus buzones electrónicos todo tipo de mensajes de carácter educativo.
Si exceptuamos los correos personalizados, otro elemento a considerar está en la protección del correo electrónico de los usuarios cuando se realicen envíos generalizados. Es decir, si enviamos una comunicación a muchos usuarios deberemos incluir sus direcciones de e-mail en la opción de copia oculta. Recuerden que, según la normativa (y el sentido común), no deben compartirse datos de ningún usuario. De lo contrario, cualquier empresa, más allá de su ámbito de actuación, puede ser denunciada y ser condenada a determinadas multas de carácter económico.
Si cumplimentamos con estos consejos básicos, no habrá que preocuparse por incumplir ninguna legislación; sólo deberemos centrarnos en realizar una buena estrategia de comunicación, es decir, en no realizar envíos constantes a los opositores; en ser claros en las comunicaciones (hay que considerar que el opositor tiene ya muchas tensiones) y ayudarnos de todas aquellas aplicaciones que favorezcan la buena comunicación en estos tiempos de máxima digitalización.